Sunita emprende


Como cada día al llegar al trabajo, lo primero que he hecho ha sido abrir las páginas en Internet de los tres periódicos diarios que visito. Como siempre, la actualidad política y económica absorbe la mayor parte del protagonismo; que si van a «perdonar» a Grecia 40.000 millones de euros, que si huelgas por aquí, que si elecciones por allá…

Pero hoy es un día distinto. Ha habido algo que ha llamado mi atención sobre todo lo demás. No es exactamente economía, ni tampoco completamente política. Se trata de un pastel mucho más sabroso y esponjoso, pues combina economía y política con un toque muy especial: la cooperación. Os contaré cómo se prepara el pequeño negocio de Sunita:

  1. En primer lugar, precalentamos las ganas y la ilusión a 180 grados.
  2. Después, batimos nuestra esperanza y fortaleza en un recipiente.
  3. A continuación podemos ir añadiendo nuestro capital. Podemos hacerlo en dos veces para que sea más fácil mezclarlo: el 60% de nuestra contribución mensual se destinará a abrir una cuenta corriente en nombre de Sunita, y el 40% restante irá directo a fortalecer el papel activo de las mujeres en la sociedad india.
  4. Un vez que está todo bien mezclado, podemos añadir ya el buen hacer de nuestra valiente emprendedora. Podemos dejar reposar 5 minutos mientras las ganas y la ilusión acaban de calentarse.
  5. Por último, vertemos todo en el recipiente para hornear y lo dejamos 35 minutos a 180 grados. ¡El quiosco de comestibles de Sunita ya está listo para su puesta en marcha!

Este delicioso postre tan fácil de preparar no es otra cosa que el resultado del proyecto «De Mujer a Mujer. Sociedad Cooperativa» impulsado por la Fundación Vicente Ferrer para tratar de ofrecer una oportunidad a miles de mujeres en situación de exclusión en la India rural. Sunita es sólo un ejemplo de todo lo que se puede lograr allí con esta innovadora fórmula y una pizca de nuestra ayuda. Pero muchas más mujeres podrían comenzar sus pequeños negocios formando una sociedad con nosotras: ellas ponen la letra, y nosotras la música. O, lo que es lo mismo, ellas logran plasmar sus ideas en acciones, y nosotras financiamos sus ilusiones. Yo quiero probar un poquito, ¿y vosotras?

Deja un comentario